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domingo, 29 de abril de 2012

RECUERDOS


BUENOS RECUERDOS DE MI INFANCIA. (Francisco Zagalá).

                 Yo con un palomo en las manos y mis hermanas.
     
Quería hablaros un poco de algunos buenos recuerdos que tengo de los palomos y palomeros de por aquel entonces.
Yo ahora tengo 37 años, y comencé con esta afición a los 7 años, hablamos de 1982.
Mi pueblo se llama Sonéja, esta en la provincia de Castellón, tiene alrededor de 1500 habitantes, y en dicho pueblo podríamos estar hablando de por entonces de unos 100 palomares.
No nombrare a todos, pues eran muchos, pero si que os hablare de algunos palomeros, de las mejores líneas y de sus mejores palomos.
Empezaré por supuesto, por mis palomos. El mejor palomo que yo tenía era un palomo azul, un palomo de la línea del tío Morgado, un palomo el cual me costo bastante conseguirlo, pues era bastante complicado hacerse con línea de este. Era la mejor y más bonita línea que había en el pueblo, y nunca recuerdo haber visto nada igual. Eran unos palomos negros y azules impresionantes, todavía los visualizo en mi cabeza. El tío Morgado siempre decía que sus palomos se llamaban laudinos, que era la raza pura del palomo ladrón. Eran unos palomos que volaban muchísimo, los veías volar por todo el pueblo y nunca posados en ningún palomar. Tenían una mirada agresiva, con el ojo color sangre o naranja intenso, y muchísimo celo. Volaban en equipo y como hubiera alguna paloma sola volando, era presa de ellos..


Yo por entonces tenía, y tengo un amigo que le dicen Haity, familia del tío Morgado, el cual también tenía palomos, pero no de la línea de este, pero si sus abuelos tenían una pareja, un macho azul y una paloma negra línea directa del tío Morgado pues eran primos. Pues bien, yo había ido varias veces a ver los palomos de Haity, pero nunca me había fijado en el gallinero que tenían sus abuelos al fondo del corral. Un día, cuando fuimos por allí, nos acercamos hacía el gallinero donde escuche arrullar un palomo, y le pregunte a Haity que había allí, y el me contesto que sus abuelos tenían gallinas, conejos y una pareja de palomos para criar y comerse los pichones, yo le dije que si podía verlos.. cuál fue mi sorpresa al ver la más impresionante pareja de palomos que nunca había visto. La hembra negra, preciosa, una cabeza impresionante, con una cara muy bonita y unos ojos rojos color sangre, y el macho azul cielo, muy cabezón, con unas narices alucinantes y una cara agresiva, lo que más me llamo la atención de el fueron esos ojos color naranja intenso que parecían fuego, el aleteo constante de un lado del gallinero hacia otro con un celo que parecía querer comerse la paloma. Me quede pasmado al verlos y reconocer que eran de la línea del tío Morgado. Tenían dos pichones azules revoleteando por el gallinero, y dos pichones negros en un cajón enganchado en la pared. Le pregunte a Haity si sería posible llevarme uno de los pichones azules, me contesto que sus abuelos los tenían para comerse los y yo le conteste que no sería problema, que en ese caso yo le llevaría dos de los que tenía en casa a cambio de ese. Llamo a su abuela y le pregunto, obviamente le dijo que por supuesto, que me lo llevara pero que no hacía falta que le trajera los dos pichones, cosa que no hice, me lleve el pichón y más tarde le lleve dos de los pichones que tenía por casa.


Al poco tiempo de tenerlo rompió celo, y todavía recuerdo como salía aleteando de mi casa hacía la iglesia cuándo pasaban las bandadas de cientos de zuritos que habían en la Iglesia de Soneja, era un aleteo progresivo, parecía no tener fin, y al poco rato aparecía con una zurita encelada. Era algo digno de ver, me pasaba horas y horas en el balcón de mi casa observando lo, y viendo el resto de palomos de mis amigos y conocidos trabajando por el pueblo.


Al poco tiempo de romper celo lo empareje con una paloma ahumada que tenia con la cabeza picada que me la regalo junto con un macho toscao mi primo Alfredo (Chimilón) que es con la que había estado criando hasta entonces..(mi primera pareja de palomos valencianos). En la primera puesta le saque un pichon negro, precioso.. Cuando rompió celo comenzó a traerme tanto machos zuritos como hembras, estaba loco con él.. Al poco tiempo de romper celo, cuál fue mi mayor sorpresa al subir un día al palomar y ver que el azul (el padre) lo estaba pisando… era una hembra!! Todavía me gusto mucho más, pues quite todos los palomos menos el azul y la hija (la negra) y comencé a criar solo con ellos (con esta pareja hice el palomar). Les crié un montón de pichones, la gran mayoría negros, es de ahí por lo que tengo gran debilidad por ese color (el negro), y todos con un celo y un vuelo alucinante, todos los días desde el recreo del colegio, veía pasar alguno de ellos corriéndose el pueblo de punta a punta (como volaban..).
Voy a nombrar algunos palomeros de por entonces, y alguno de los palomos que destacaban..
Por entonces estaban los ahumados de Germán, que los volaba al lado de las escuelas.
Estaban los rojos y ballos de mi buen amigo Juanmi, destacando su semillero “El cojo”, un rojo que cojeaba pero que daba gusto verlo trabajar. Todavía mantiene la afición, ahora tiene una línea de Buchones Valencianos blancos y azules que da gusto ver..
Estaban también los negros y negros curros de la línea del tío Morgado de mi otro buen amigo Juanra (El Chino o el Sonejero en algunos foros), había algunos que otros detrás  de su semillero negro, un palomazo, pariente de mi azul. Todavía mantiene la afición y gracias a una estricta y sebera selección, tiene una de las mejores líneas de Buchón Valenciano que conozco.
Estaban también los blancos y pintos del tío Tarrega, que los volaba debajo de las Eras.
Los melados y gabinos de Chambo, preciosos volando, recuerdo un melado joven que tenía y que se corría todo el pueblo, me encantaba ese palomo. Los volaba en la parte alta de Soneja, al lado de la carretera.
Los negros de Silve, sobrino del tío Morgado y por supuesto línea de este (preciosos), los volaba en la plaza, junto a la Iglesia.
Los azules de Luismi (Benafer) destacando un azul muy cortito que tenía que era un maquineta encerrando zuritas. Los volaba en el Carril.


Los pintos, negros y toscados de Evaristo, que los volaba en la plaza, justo enfrente de Silve y de la Iglesia. Evaristo tenía un tío en Jaén, una vez fue a visitarlo y se subió un palomo negro berrugon y cortito, fue la primera vez que vi un palomo de pico corto, muy berrugon, y con ribetes gordos.
Destacar también los ahumados del Tato y los azules de Raulico, que los volaba al lado de la carretera.
Los pintos de Eusebio, unos palomos preciosos, con una infinidad de colores, y muchos más palomeros y palomos que como he dicho podría también nombrar, pero son muchos..
Y bueno, ya finalizando, el recuerdo más grato que tengo de mi infancia palomera, es que cada vez que miraba al cielo, veía palomos volar de un lado hacía otro.. el cielo siempre estaba lleno de palomos pintados, cada uno con sus simbólicos signos y colores de su criador, aquellos palomos de los cuales ahora tanto carecemos.. “El Buchón Valenciano”.
Desde aquí animo a todos los aficionados que mantenemos esta antigua raza a no perderla, mantengamos la raza limpia de cruces, y trabajemos juntos por conservarla.
Gracias y un gran saludo para todos. Paco Zagalá.